Fran Sánchez a la izquierda, con el oro de bola-9. |
Le dicen 'El Niño', como a Nick Van
den Berg, pero de crío tiene ya poco. Fran Sánchez es el hombre del
Europeo de Austria, la sensación de la cita continental que se ha
venido celebrando entre los días 2y 12 de abril. El murciano salió
de la tierra de los Ouschan como el mejor de todos, con una medalla
de oro, en bola-9, y otra de plata, en bola-8. Sencillamente,
impresionante.
El Ferrari dejó alucinados a todos con
su juego de otro planeta. Mereció el título en bola-8, pero el
saque, precisamente una de sus grandes armas, le jugó una mala
pasada en las dos últimas partidas en las que abrió el juego contra
Vitaliy Patsura (8-7). Anteriormente, había dejado en la cuneta a
Jani Siekkinen (8-0), Murat Teker (8-2), Kushtrim Prenga (8-1), Georg
Hoeberl (8-4), Kristoffer Mindreboe (8-2), Karol Skowerski (8-6) y
Dennis Grabe (8-5).
No conforme con una plata que muchos
desearían y que ya de por sí tiene un mérito increíble, decidió
sacarse la espina en bola-9, la última de las modalidades por
disputarse. En ella, Fran no comenzó como desearía, pues cayó
contra Ruslan Chinahov (9-8) en la ronda de clasificación de
ganadores después de pasar la primera exento. Entonces, cambió el
chip, metió una marcha más a su ritmo y superó a quien se opuso en
su camino, léase Florin Novacovici (9-3), Mieszko Fortunski (9-5),
Maximilian Lechner (9-3), Pietro Caperna (9-1), Karol Skowerski
(9-1), Ruslan Chinahov (9-6) y Josua Filler, en la final, por 9-3.
Impresionante.
El español afrontó la última bola
con serenidad, la misma que desapareció cuando embocó la nueve.
Sánchez lanzó el taco al suelo y alzó los puños antes de
estrechar la mano con el alemán. Luego, llegaron los abrazos del
resto del equipo español y su sonrisa cautivadora ante el aplauso de
los allí presentes, que no dudaron en levantarse de sus asientos
para rendirse al rey de Austria.
Alcaide y Matas, impresionantes
Fran Sánchez ha sido el MVP del
Europeo, pero lo cierto es que no ha sido el único español que ha
brillado con luz propia. Además del buen hacer de Francisco Díaz y
Juan Carlos Expósito, en categoría masculina, y Silvia López, Encarnación García y Laura Francés, en la femenina, otros dos miembros de la Roja se subieron al
podio. David Alcaide lo hizo a lo más alto en bola-10, cosechando el
primero de los dos oros que la expedición nacional cosechó. Además,
Amalia Matas se hizo con la única presea en categoría femenina, un
bronce en bola-8.
David Alcaide, a la izquierda, con el oro. |
El malagueño no cedió ninguna
derrota, dejando en su camino a Berk Mehmetcik (8-1), Andreas Gerwen
(8-1), Chris Papageorgiou (8-5), Albin Ouschan (8-6) y Roberto Bartol
(8-4) antes de jugarse la medalla con su compatriota Fran Sánchez en
cuartos de final, donde venció por 8-5. En semifinales, el andaluz
doblegó sin problemas al portugués Miguel Silva (8-2) y, en la
final, superó a Petri Makkonen con mucho suspense. El 8-7 final hizo
justicia al juego de Alcaide, que pudo haber cerrado antes el choque
de no fallar la bola-10 con 7-5 en el marcador. Y es que, aunque no
lo parezcan, los nuestros son humanos.
Amalia Matas, a la derecha, con el bronce. |
Por su parte, Amalia Matas se hizo con
el bronce en bola-8 en una competición en la que rozó la
perfección. La mallorquina comenzó a lo grande, imponiéndose a la
todopoderosa Jasmin Ouschan por 6-3 en primera ronda. Luego, no pudo
con Oliwia Czuprynska (6-4) y tuvo que buscar el pase por perdedores,
donde venció a su compañera Encarnación García (6-2), así como a
la italiana Cristina Moscetti (6-0) y la noruega Martine Christiansen
(6-4). En octavos, doblegó a la noruega Line Kjoersvik (6-1) y en
cuartos, a la finlandesa Marika Poikkijoki (6-4). En semifinales
cedió la derrota en la última partida contra Kateryna Polovinchuk
(6-5).
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